SANTA CLARA, Cuba — Charlimar, un rubio de 23 años, cumplió su "gran sueño" cuando subió al escenario para imitar a Shakira, en el primer show travesti realizado en las calles de Cuba, ante unas 2.000 personas en Santa Clara, la ciudad del mítico guerrillero Ernesto Che Guevara.
"Llevo tres años y medio como transformista y no puedo creer que esta dicha me ha llegado tan joven, otras tardaron mucho más para ver su sueño cumplido", declaró a la AFP Dayán Marín (Charlimar), diseñador de vestuario, de grandes ojos verdes, enfundado en una sensual lycra negra como las que usa la famosa colombiana.
"Este espectáculo va a trascender y va a hacer que comiencen a entendernos. Estuve a punto de renunciar a esto por el rechazo que sufro", confió Omega (Iroshi Santos, de 22 años), vestido por completo de encaje y tul blancos.
Santa Clara, 280 km al este de La Habana, bautizada como 'la ciudad del Che' luego de que el mítico guerrillero la liberara en 1958 durante la revolución, fue la sede del espectáculo, colofón de la III Jornada Nacional contra la Homofobia, organizada por el Centro Nacional de Eduación Sexual (Cenesex), que dirige Mariela Castro, hija del presidente Raúl Castro.
La velada marcó un punto de giro. "Después de esta noche algo bueno va a pasar", dijo Mariela, sexóloga y abanderada de los derechos de los homosexuales en Cuba que, en los años 60 y 70, fueron marginados y hasta recluidos en campos de trabajo.
"Es importante que un día como hoy estemos aquí celebrando amablemente (...) todos juntos para aportar sus buenas energías", opinó la sexóloga, que en enero pidió al gobernante Partido Comunista que cese la discriminación contra los homosexuales en sus filas, e impulsa la autorización del matrimonio gay.
Diecisiete travestis subieron a un escenario provisional levantado frente a "El Mejunje"--centro cultural considerado meca del transformismo en la isla--, en una céntrica calle especialmente adornada con banderas multicolores (emblema gay) y letreros que abogaban por las diversidad sexual.
"No dejes que los prejuicios decidan por ti" y "No limites tu libertad ni limites la libertad de los demás", rezaban algunos; mientras que estampado en una bandera colgada en la fachada de una casa se leía el lema de la campaña: "La homosexualidad no representa peligro, la homofobia sí".
Ramón Silverio, quien fundó "El Mejunje" hace 26 años haciendo "posible la utopía", según dijo a la AFP, dio la bienvenida a las 2.000 personas que aplaudían hasta el cansancio. Algunos, desde los balcones, lanzaban a los travestis puñados de arroz.
"Aquí está representado un público de todas las edades, credos, tendencias, todo el mundo. Eso es lo importante", remarcó.
Zulema Anderson (Lázaro Díaz), un estilista de 24 años, añora convertirse en "una verdadera mujer" y espera "con ansiedad que llegue el día de su cirugía" de cambio de sexo.
"¡Perrísimo (maravilloso) que podamos compartir con todos en la calle!... sin rechazos ni marginación", dijo el espigado trigueño de 1,98 m de estatura, que para la ocasión vistió de satén dorado y ostentosa peluca rubia.
Pero en la calle cerrada al tráfico y custodiada por la policía, no todos los que pasaban aprobaban tan singular espectáculo. "Sacar esto a la calle es una desvergüenza. Esta es la ciudad del Che", dijo una mujer que prefirió no dar su nombre.
Aunque Carlos, un enfermero de 47 años que llegó acompañado por su novio José, 10 años menor, no ve contradicción. "Soy gay, pero adoro al Che y estoy convencido que un hombre como él nos hubiera aceptado", dijo.
Por ahora Charlimar cumplió su sueño en el primer gran show al aire libre de travestis en Cuba, donde sólo se habían celebrado actuaciones dentro del Mejunje, ocasionalmente en otras salas, o de forma clandestina en bares o casas.
Pero aún tiene un reto y deseo a la vez. Tiembla, dice, de sólo pensar cómo le contará a su madre quién es: "Ese es mi mayor anhelo, pero sé que tardará en entenderme".
http://www.google.com/hostednews/afp/slideshow/ALeqM5j2x-550_Ro7fGj7KDNNYt2v-hVBw?index=0
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