Dos turistas italianos, uno judío y el otro árabe, protagonizan la foto que está recorriendo el mundo, cuyo mensaje trata de difundir el amor y la tolerancia.
El español Antonio Rodríguez fue quien capturó la imagen de Matteo y Riccardo, dos italianos que se encontraban en Jerusalén de vacaciones y se atrevieron a besarse en las calles de la capital israelí.
Según declaró Rodríguez, la pareja intentaba sacarse una selfie mientras trataban de darse un beso, sin embargo no podían dar con la toma perfecta. Fue en ese momento que Antonio entró en acción y se ofreció para sacarle una foto.
En ese instante, Matteo, el árabe con pañuelo palestino, y Riccardo, el judio con kipá, posaron frente a una puerta celeste coral y sellaron su amor con un bes
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•Pace, Love and Provocation * שָׁלוֹם سلام *
Una publicación compartida por Matteo Otto Menicocci (@matteomenicocci) el
De esta manera, la fotografía se convirtió en un símbolo contra la intolerancia sexual y sobre el conflicto árabe-israelí.
En declaraciones a medios italianos, los jóvenes hablaron de las agresiones homófobas de las que fueron víctimas durante su viaje en Jerusalén y mencionaron que la idea de hacerse la foto era una manera de combatir la intolerancia y el conflicto entre judíos y palestinos.
El español Antonio Rodríguez fue quien capturó la imagen de Matteo y Riccardo, dos italianos que se encontraban en Jerusalén de vacaciones y se atrevieron a besarse en las calles de la capital israelí.
Según declaró Rodríguez, la pareja intentaba sacarse una selfie mientras trataban de darse un beso, sin embargo no podían dar con la toma perfecta. Fue en ese momento que Antonio entró en acción y se ofreció para sacarle una foto.
En ese instante, Matteo, el árabe con pañuelo palestino, y Riccardo, el judio con kipá, posaron frente a una puerta celeste coral y sellaron su amor con un bes
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De esta manera, la fotografía se convirtió en un símbolo contra la intolerancia sexual y sobre el conflicto árabe-israelí.
En declaraciones a medios italianos, los jóvenes hablaron de las agresiones homófobas de las que fueron víctimas durante su viaje en Jerusalén y mencionaron que la idea de hacerse la foto era una manera de combatir la intolerancia y el conflicto entre judíos y palestinos.
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